Ernesto hace un viaje a San Luis, un pueblo de un remoto valle de Argentina, para recordar su infancia y las circunstancias que han determinado su vida: sus padres se habían exiliado voluntariamente de Buenos Aires para vivir en una comunidad campesina; la llegada de un geólogo español, contratado por el cacique local para buscar petróleo, representa una amenaza para la forma de vida de los campesinos. Premios 1992: Nominada al Oscar: Mejor película de habla no inglesa, 1992: Goya: Mejor película extranjera de habla hispana, 1992: 2 premios en el Festival de San Sebastián: Concha de Oro, premio OCIC, 1992: Asociación de críticos de Argentina: Triunfadora, Mejor película, Mejor actor (Federico Luppi).